De acuerdo con la leyenda de los mayas, el 21 de diciembre de 2012 marcará el fin del mundo tal y como lo conocemos. ¿Es un mito… o su predicción se convertirá en realidad?
La arqueóloga Lina Taylor ha dedicado su vida a estudiar los artefactos de los antiguos mayas, dividiendo su tiempo entre las excavaciones en Sudamérica y los estudiantes universitarios de su clase. Pero la ordenada vida académica está a punto de escapar a su control. Algunos artefactos mayas muy valiosos e importantes han desaparecido. ¿Son los culpables unos fanáticos decididos a sembrar el caos y marcar el comienzo de la aniquilación?
Ayudando a un amigo, el ex agente de inmigración y aduanas Hunter Johnston está decidido a recuperar las piezas perdidas y para ello necesita la ayuda de Lina. Hunter, un hombre acostumbrado a estar al mando y trabajar solo, no se siente cómodo dejando que nadie se acerque, sobre todo una mujer hermosa y con cerebro como Lina. Su don para calar a las personas le dice que hay mucho bajo aquel exterior profesional, y siento más que un poco curiosidad por explorar sus profundidades.
Lina siempre se había sumergido en el trabajo, de modo que no tiene demasiada experiencia manejando a los hombres, sobre todo a uno como Hunter, tan fascinante y exasperante como reservado y terco. Como entregada arqueóloga, tiene la habilidad de excavar estrato tras estrato hasta llegar a lo más profundo de su ser.
Pero encontrar los artefactos desaparecido es solo el comienzo de un enigma que sumergirá a estos dos atípicos compañeros en una aventura, un romance y un peligro más emocionante, sensual y letal de lo que ninguno se imagina…
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